¿PUEDES VER TU LUZ? ¿VES LA DE L@S DEMÁS?
Hola, estás ahí?sí te lo digo a ti. Toc Toc… por
favor abre tu puerta, sí esa tan grande llena de cerrojos por miedo a que
entren y detrás de la que te escondes. ¿Qué escondes ahí? Por favor, muestra tu
luz.
¿Qué ves delante del espejo cuando te miras?¿Puedes
ver como dtrás de esa cara de sueño por las mañanas hay un brillo maravilloso
en tus ojos?¿Puedes realmente verte?¿Realmente? ¿Puedes ver tu luz?
Ahora dime , cuando sales a la calle y te cruzas con
otras personas muchas de las cuales ni conoces, ¿Qué ves?, ¿Ves perros ladrando
o sonriendo? (ver anécdota publicada en Marzo) ¿Y cuándo interactuas con ellas?
¿en qué sueles fijarte? ¿En su forma de andar, sus
gestos, si es más o menos según tu perspectiva, agraciad@ físicamente….? Muchas
veces a pesar de ni siquiera conocer a
las personas con las que nos cruzamos emitivos juicios de valor sobre ellas
pensando que son de tal o cual manera incluso sólo por su forma de vestir. Estamos
acostumbrados a ver al otro como alguien muy diferente a nosotr@s y separados
totalmente de nosotr@s y que nada tiene que ver con nosotros. Solemos ver sólo
los errores o lo que no nos gusta de los demás, aún más cuando son personas que
conocemos. Sólo vemos aquello que según nuestra consciencia ve como errores,
fallos o maldad; nos cuesta ver en el otro la luz que lleva dentro.
Tod@s tenemos una luz maravillosa en nuestro interior
fruto de nuestro origen divino que es lo que realmente nos hace ser únicos y
maravillosos y a la vez ser uno.
Durante mucho tiempo aprendimos a fijarnos en lo que
llamaremos “errores” de los otros, “maldad” del otro, y nos cuesta tanto ver la
luz que realmente es esa persona,…
¿alguna vez has intentado ver sobre todo de aquell@s
que no te gustan o incluso te hayan podido hacer daño todo lo “bueno” que hay
en esa persona?¿Has intentado ver su luz? Realmente la tienen y te sorprendería
ver cuán grande la puedes incluso ver si te fijas un poco.
Creo que hay personas cuya alma necesita que alguien
vea esa luz para que pueda empezar a mostrarse y brillar. Cuando ves la luz de
alguien, estás realmente encendiendo en la oscuridad de su alma esa luz, al
observarla estás produciendo una alquimia maravillosa en el alma de esa persona
y en toda ella misma y a la vez estás produciendo una alquimia en ti mismo,
estáis sanando los dos y también al mundo. Hay personas que no reconocen la
propia fuerza, el Amor, la Compasión y la chispa divina que llevan dentro y tampoco
pueden ver la de los demás y necesitan que otros puedan mostrársela sólo con el
hecho de verla, de este modo la ponen de manifiesto, la hacen renacer y la
persona tiene la oportunidad de poder verla y enseñarla al mundo.
Todos somos
espejos unos de otros, esto ya lo sabemos y lo hemos dicho muchas veces, pero
qué tal si nos fijásemos en lo bueno que refleja el espejo de nosotros mismos y
de las demás personas? tienes dos opciones, estar siempre pendiente de todo lo
que no nos gusta de nosotros mismos y de los demás o elegir empezar a mirarnos
en nuestro espejo y empezar a querernos y ver lo maravillosos que somos, la luz
tan inmensa que guardamos en nuestro interior y que está deseosa de salir y
mostrarla al mundo y elegir también ver la que esconden los demás detrás de sus
ojos, en sus corazones, incluso detrás de esas acciones que no nos gustan de
los demás. Realmente nos asombraríamos de todo la maravilla que descubriríamos,
y desde este punto, nuestra consciencia de nosotros mismos y de los demás
cambiaría, creo que empezaríamos a traer más compasión y paz para nuestra alma,
y nuestras vidas ,más amor para nosotros mismos y daríamos una oportunidad,
abriríamos una puerta. para que también se diera en los demás
Aquí os vuelvo a dejar la anécdota publicada en Marzo y a la que anteriormente hacia referencia:
Cuento
de la Habitación de los Espejos:
“Un perro entra
en una habitación toda revestida de espejos, se asusta y empieza a ladrar,
todos los perros que ve a su alrededor le ladran, él siente miedo y muestra los
dientes gruñendo, los perros le devuelven el gesto, el perro mete la cola entre
las piernas y sale corriendo. Afuera se encuentra con otro perro y le dice: ‘No
entres allí, está lleno de perros agresivos y peligrosos’, el otro perro no le
hace caso, le contesta: ‘Bah! Yo no tengo miedo, voy a ver.’ Entra y se pone
delante de los espejos moviendo la cola muy sonriente, todos los perros que ve
hacen lo mismo. El perro sale muy contento de la habitación y le dice a su
amigo: ‘Yo no sé lo que viste tú. A mí me parecen muy simpáticos.”
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