(Los SUEÑOS de nuestro niño interior)
Queridos amigos:
Yo soy Jeshua. Es con gran alegría en mi
corazón que estoy aquí conectándome con ustedes. Los amo profundamente y
estoy conectado con ustedes como un hermano. Yo fui un ser humano como
ustedes, conozco todas las luchas que atraviesan como seres humanos. Las
conozco desde adentro, yo no fui un santo. Fui un ser humano y tuve una
conexión con la luz, pero también experimenté dolor y duda en mi vida y
así es como puedo conectarme con ustedes tan profundamente. Somos uno.
La energía Crística no es sólo mía; yo
fui un mensajero, un representante de esta energía. Vine aquí a la
Tierra a recordarles a todos ustedes la luz interior. La luz es
universal, la compartimos. Y cuando ustedes sienten esta luz, la energía
del Cristo interior, todo se vuelve muy simple. ¿Pueden sentir en este
momento la simplicidad de quién soy yo? Yo los acepto a ustedes tal cual
son. Veo a muchos de ustedes luchando en sus vidas, hay tensión en
muchos de ustedes. Están sufriendo mucho. Hoy yo quiero recordarles la
simplicidad de la vida. Alguna vez ustedes conocieron esta simplicidad
desde adentro; eso fue cuando eran niños. Un niño no piensa acerca del
mañana o del ayer, ellos están aquí en el presente. Los niños tienen una
fácil conexión con su divinidad, con su luz. Ellos no dudan de que sean
buenos tal cual son.
Ahora mientras hablo sobre esto, viajen
con su conciencia adentro de su cuerpo. Vayan a su corazón y dentro de
su vientre. Así es como encuentran al niño interior. Recuerden este
lugar interior donde pueden disfrutar el momento.
Un niño es capaz de recibir, no hay
juicio en un niño, ellos toman la vida como es. Sientan esta energía
dentro de su vientre. Atrévanse a abrirse a la vida otra vez. Cuando
eran un niño ustedes se atrevían a tener grandes sueños. Ahora mismo
necesitamos tener grandes sueños en la Tierra. Los tiempos están
cambiando, y más personas se están volviendo conscientes de que algo
tiene que cambiar. Sólo podemos cambiar este mundo si las personas saben
cómo regresar al niño interior: la fuente de alegría y amor
incondicional.
¿Cuáles son sus sueños? ¿Cuáles eran sus
sueños cuando eran niños? ¿Recuerdan tan sólo el sentimiento de
aquello? Ahora vean al niño en frente de ustedes, el niño que ustedes
fueron. Ella o él lleva una flor; la flor viene de su corazón. ¿Pueden
sentir lo que este niño o niña tiene para ofrecer al mundo? Es una
energía tan única y especial. ¿Pueden admirar la inocencia y el coraje
de este niño? Ellos han venido a la Tierra, a un lugar repleto de
peligro y miedo, llevando esta delicada flor con una pasión en su
corazón para compartirla con el mundo. Acaricien a este niño interior.
¿Cómo luce la flor en este momento de sus vidas? ¿Está floreciente, está
saludable? ¿Sienten tensión, miedo, amargura alrededor de ella? Ahora
imaginen que ustedes extienden sus manos hacia la flor y le dicen: “Eres
tan hermosa, tan preciosa. Voy a serte fiel.”
La flor es un mensaje de su alma.
Contiene la energía que su alma desea manifestar en la Tierra en esta
vida. Vean esta hermosa flor y noten si hay dolor, desaliento o miedo
dentro de ustedes acerca de su destino. Observen estas emociones con
compasión. Ustedes son muy valientes incluso por estar aquí en la
Tierra. Están aquí ahora para traer cambio, para traer luz a la Tierra,
pero también están aquí para tener alegría en la vida. Recuerden la
simple alegría de ser un niño, viviendo espontáneamente de acuerdo a su
naturaleza. No se espera que al traer luz a la Tierra ustedes se
desgasten. Ustedes también son un niño de la Tierra. La Madre Tierra
desea darles todo lo que ustedes necesitan.
Cuando yo estuve en la Tierra tuve una
misión. Vine aquí a plantar las semillas de una nueva conciencia.
Ustedes esencialmente tienen la misma misión que tuve yo. Ahora, este
mundo puede volverlos muy triste. Su misión depende de su habilidad para
también tener alegría aquí, y para recibir como un niño. Cuando ustedes
se sientan decaídos y deprimidos, recuerden conectarse con el niño
interior en su vientre. Diviértanse y tómense las cosas a la ligera por
un momento. No importa cómo se sientan, el niño lleva su energía vital,
su espontaneidad.
Véanse como un hermoso ángel de luz. En
su falda está su niño interior. Juntos ustedes están creando su camino
en la Tierra. El niño representa su parte terrenal. Como un ser cósmico
tomando forma humana, ustedes tienen que trabajar con las emociones del
niño. Siempre que el niño se sienta triste, o enfadado o temeroso,
ustedes tienen que tomar seriamente estos mensajes. Como un ángel
ustedes pueden atender a este niño. El niño sostiene la clave para el
paraíso en la Tierra. Cuiden de él o de ella con ternura, y al tratar
con otras personas siempre recuerden que hay un pequeño niño dentro de
ellas también.
© Pamela Kribbe 2012
www.jeshua.net )
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