Tod@s tenemos una canción del alma única, una melodía
especial llena de matices y vibración ´que nos hace especiales y diferentes.
En estos tiempos es muy importante
refinar esa melodía y elevarla a las más altas frecuencias vibratorias del
Amor.Es muy necesario hacer esto ahora, porque es mucho lo que está en juego en
estos momentos y ahora más que nunca se necesita que recordemos lo importante
que es nuestra presencia en estos tiempos y el estar centrados en nuestro Ser e
irradiar más y más luz y Amor en nuestras vidas y en el planeta.
En el Amor el alma encuentra su
más alta expresión y su melodía más pura, es despertar el gran sol que
guardamos en nuestro interior y hacerlo brillar con fuerza, para que los demás
puedan ver esta luz también e iluminar y hacer brillar la que ellos llevan en
su interior y poder crear una orquesta de amorosas melodías.
Es necesario permanecer en
nuestro centro para poder mantenernos en una vibración elevada, sobre todo en
estos momentos de grandes movimientos internos, impulsados con mayor fuerza en
estos días por las grandes oleadas de energía entrantes en nuestro planeta
intensificadas con la alineación planetaria de la última luna llena y que se
intensificarán aún más con las energías poderosas del Eclipse Solar de Luna
Nueva del día 20 de este mes. Sí, hay que agarrarse con fuerza durante todo
este mes y estar preparados para las grandes sacudidas que se producirán; por
eso es tan importante mantenernos equilibrados y en armonía con nuestro ser
interior durante todo el mes.
Cada melodía de cada alma es un
canto muy importante en el TODO, en la UNIDAD de todo lo que es. Somos piezas
fundamentales de un gran entramado de Luz que se va tejiendo poco a poco y que nunca antes brilló con tanta fuerza, y
eso es lo realmente importante y necesario, brillar fuerte y mostrar esa luz al
mundo.
Así mismo es muy necesario
anclarse a la madre Tierra. Ella necesita de la luz de todas las almas
despiertas en este momento. Es necesario anclar esa energía en ella para ayudar
en la elevación de consciencia planetaria y para que los cambios que se están
produciendo en el planeta, se hagan de la manera más fluida posible. Es
necesario conectar con el corazón cristalino de la Madre tierra, anclar ahí
nuestra energía y permanecer en la gratitud y en el amor hacia ella, sentir los
pulsos de su corazón unidos al nuestro y recibir el Amor que siempre está
dispuesta a darnos como hij@s suyos que somos.
Sé que para los trabajadores de
la Luz a veces es todo un reto permanecer anclados en la madre Tierra. Con el
tiempo he ido descubriendo que muchas veces esto obedece a que el alma siente
que no pertenece a este espacio, y de forma inconsciente la persona no se
siente unida a este planeta ni a las frecuencias que hay , y resulta difícil anclarse porque no es
considerada como “nuestra casa”, como algo nuestro, sino como extraños a los
que colocaron en un sitio para hacer algo que muchas veces hay que seguir
descubriendo qué es. La persona se siente también temerosa de perderse en la
densidad de este planeta, como digo esto es a nivel de alma, no solemos ser conscientes
de todo esto, Se siente miedo de no saber regresar al “hogar” y además surge el
sufrimiento por lo que ante este miedo pasamos parte de nuestra vida sin estar
anclados. En ocasiones, puede ser también incluso un autocastigo
impuesto hace mucho tiempo, en la creencia de no ser merecedores del Amor de este planeta
por actos contra ella de los que nos arrepentimos hace eones de tiempo.
Lo importante es recordar que
estamos aquí porque es necesaria nuestra canción del Alma, nuestra energía
única, nuestro Amor,que la Tierra nos estaba esperando con los brazos abiertos
porque nos necesita y nosotros a ella para cumplir con nuestro plan álmico (es bueno además aprender a disfrutar de todo lo bueno que nos ofrece la Madre
Tierra, como seres espirituales pero ahora mismo viviendo una experiencia
humana), que es necesario por ello anclarnos, y que es una de las tantas moradas
de nuestro Padre-Madre la Fuente, y por tanto nos pertenece también y nos acoge
con Amor porque es también nuestra casa, es divina, y que realmente somos
UNO con ella. Ella lo sabe y nos acoge
como una madre amorosa, nos sustenta, nos nutre, nos dá el calor, la dulzura,
la paz de una Madre, nos dá Amor, y cuánto más seamos conscientes de esto y más
Amor anclemos también nosotros en ella, más libres seremos y estaremos
cumpliendo con nuestro propósito divino.
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