SOMOS ESPEJOS UNOS DE OTROS
Todos somos espejos unos de otros. Realmente NO EXISTE UN TÚ SIN MÍ y UN MÍ SIN TÚ. Todo es UNO, todos estamos unidos, aunque es difícil llegar a comprender la dimensión real de lo que ello significa. Todo lo que sucede fuera de nosotros, no es sino sólo un reflejo de lo que ocurre en nuestro interior; como hemos dicho en reiteradas ocasiones, si tu percepción interior de las cosas cambia, también cambia la percepción de tu realidad y de todo lo que observas y en consecuencia del mundo exterior
Realmente las personas que nos rodean son un
claro ejemplo de todo ello; somos espejos unos de otros, nuestra percepción
interior del mundo y de nosotros mismos, tienen su claro reflejo en los
diferentes aspectos que nos muestran aquellas personas con las que
interactuamos y que realmente lo que nos están mostrando no son sino aspectos nuestros. Reflejarán
aquello que hay en nuestro interior y/o aquello que en esos momentos se está
moviendo en nosotros y también aquello que guardas dentro de ti.
Cuando te relacionas con personas a las que
admiras, te sientes a gusto con ellas y disfrutas interaccionando con ellas,
podemos comprobar que generalmente vemos en ellas aspectos que nos gustan, y si
podemos verlo es porque realmente en nosotros brillan o a veces se esconden
esas mismas cualidades; podemos verlas en otros porque las conocemos, aunque no
creamos que las tenemos, pero nuestra alma sí lo sabe y por eso las reconoce también
en otros. De igual modo cuando vemos en otros aspectos que nos desagradan hasta
el punto de que nos mueven emocionalmente, es porque en nuestro interior
existen también esos otros aspectos que consideramos “más densos u oscuros” que
no nos gustan y que del mismo modo y fielmente vemos reflejado en otros como si
en un espejo mágico pudiéramos ver lo más profundo de nosotros mismos. Somos
duales, esto no es un secreto, y por tanto todos tenemos aspectos oscuros a los
que dar luz; es más ,es necesario aceptar y abrazar esas partes “oscuras” para
realmente crecer en luz y brillar. Nos beneficia hacer una parada y reflexionar
sobre ello, ser honestos con nosotr@s mism@s e interiorizar qué parte que nos
gusta o desagrada de los demás está reflejando aquello que nos gusta o nos
desagrada o no aceptamos de nosotros mismos. Hay veces que no vemos en nosotros
los aspectos que nos gustan de los demás, porque no nos creemos merecedores de
tales “virtudes”; caemos en la energía del no merecimiento y nos vemos menos
merecedores de todo ello cuando realmente somos merecedores de absolutamente
todo lo que queramos para nuestras vidas por el mero hecho de existir.
Cuando somos capaces de percibir a los demás
de este modo y reconocer a los demás como un reflejo de nosotr@s mism@s, ya no
juzgamos más a los demás ni a nosotr@s mismos, sino que vemos oportunidades
para crecer en ello, es más, incluso entonces podemos aprender a reírnos de
nosotros mism@s y aceptarnos tal cuál somos para seguir avanzando en nuestro
crecimiento personal. La actitud de los demás ya no molestan tanto, no hacen
que reaccionemos del modo como lo hacíamos antes, lo percibes como un aprendizaje
más de ti mism@.
No obstante, por supuesto hay que poner
también límites; tampoco quiero decir que haya que soportar actitudes poco
amorosas y desafiantes de otros sin más y que pueden reflejar algo que ya
aprendimos y logramos sanar y liberar lo que fue necesario, pero que ya no
tiene razón de ser con nuestro nivel vibratorio o energía, y lo mejor entonces
es alejarse de ese tipo de personas y situaciones que buscan conflictos ,y que
no nos benefician, apartarlas de nuestro camino desde la comprensión y el Amor
y respeto por nosotr@s mism@s, o seguir manteniéndolas en nuestras vidas pero
siendo fieles a nosotr@s, poner límites, manteniéndonos firmes y en nuestro
centro y sin ceder nuestro poder.Desde esta consciencia, vemos al otro como
Uno con nosotr@s en el camino del aprendizaje
No hay comentarios:
Publicar un comentario