EMPODERÁNDONOS NOS HACEMOS LIBRES

Durante mucho tiempo hemos estado cediendo nuestro poder a los demás y a veces ni siquiera hemos sido conscientes de ello, porque estábamos acostumbrados a actuar de esa manera;casi siempre ésto era refeljo de nuestros miedos, de sentirnos diferentes e inferiores a los que teníamos alrededor, a no creernos merecedores de expresarnos como somos, del miedo al rechazo, el miedo a que se aprovecharan de nuestra bondad y nos hirieran con ello una vez más. Nos mantenemos así en la distancia, en el enfado hacia aquellos que creemos que nos hacen daño,nos esforzamos en parecer "poderosos" e incluso llegamos en ocasiones a mostrarnos  arrogantes  como medio de supervivencia en el mundo; en otras ocasiones deseamos pasar incluso desapercibidos, sin mostrarnos a los demás con nuestras ideas , pensamientos y con nuestra verdadera esencia porque pensamos que así podemos defendernos de todo aquello que nos produciría dolor. Pensamos que el mostrar nuestra naturaleza cordial, amorosa, y pacífica nos hace ser débiles y lo utilizarán para atacarnos o aprovecharse de nuevo de nosotros y creamos un muro poderoso alrededor nuestro y de nuestros propios sentimientos y valores, de tal modo que acabamos identificándonos con esa armadura tan fuerte hasta que ésta se hace demasiado pesada,...

Entonces empezamos a pensar en nosotros mismos, en quiénes somos, en que nos merecemos mostrarnos al mundo sin tanto ropaje externo, descubrimos la maravilla que somos y que nos hace únicos y perfectos y que estábamos ocultando por tanto tiempo. Comenzamos a ganar confianza a QUERERNOS tal cual somos, a no tener miedo de ser auténticos y vemos cómo realmente, hemos ido perdiendo nuestro poder en vez de ganarlo al actuar de este modo por temor durante tanto tiempo. Ya no necesitamos escudos ni armaduras externas y las rompemos todas, entonces comenzamos a ser libres de verdad porque somos realmente nosotros, y no hay mayor libertad que el respirar hondo con alegría, con los rayos del sol inundando cada parte de tu cuerpo siendo TÚ MISMO, entonces eres libre, recuerdas quién eres y qué viniste a hacer aquí, y es ser tú mismo.Realmente ahora sí eres poderoso, ya no necesitas ocultarte, ya no necesitas estar enfadado o enojado con los demás como medio de defensa, ya no importa porque tú has recuperado tu poder siendo tú mismo y no necesitas mostrar una parte oscura para creer que con ello te mantienes en el poder, tú tienes tu poder y lo muestras brillando fuerte, siendo lo que eres y si realmente lo que sientes o eres es Amor, eso es lo que tienes que mostrar, eres libre para mostrarlo, estás por fin empoderado. Cuando te mantienes en una actitud defensiva y de enfado por miedo para que no te hagan daño, realmente estás cediendo tu poder. Ser libre es ser uno mismo, en eso reside realmente tener tu poder. Cuando uno tiene su poder, no necesita atacar para defender su verdad, no necesita agredir, ni juzgar a otros, sino respetar, y haciendo ésto permites que los demás reconozcan su propio empoderamiento, haces que los demás sean también libres para poder ser ellos mismos.